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Soy milonguera, me gusta el tango,
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y en los bailongos me sé lucir.
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¡Hago cortes... y unas quebradas...
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y unas sentadas que son así!
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Por eso en baile que yo aparezco
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me abren cancha las milongueras,
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porque ya saben que, con mis cortes,
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no hay minga caso de competencia.
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Fíjese, usted, esta sentada
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y esta corrida, que es de mi flor.
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Luego estos pasitos cadenciosos
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y esta quebrada que da calor.
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Mire este ocho ¡qué bonito!
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esta media luna es singular.
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Estos pasos de costado, a la derecha,
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que hacen ronchas,
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que abren brechas.
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Este aire y este cuerpo tan marcial,
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que dan envidia,
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que dan que hablar.
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La milonga es mi vida.
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El tango en mi se hizo carne.
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Por eso, si no lo bailo,
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me enfermo, me ahogo, ¡me amto!
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El día que yo me muera
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se acabará la milonga.
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De luto estarán los cortes,
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las "murgas" con bandoneones.
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