La jovencita —apenas catorce años— posó los dedos sobre el blanquinegro teclado del piano. Lejos estaba de sospechar que las teclas que había decidido pulsar darían las notas para una de las melodías más populares de Buenos Aires y, ¿por qué no?, de todo el país. Su verdadero nombre era Rosa Clotilde Mele de Piuma. Nació en la ciudad de Montevideo (R. O. del Uruguay) un 9 de Julio de 1897. Fueron sus padres Miguel Mele y Rosa Luciano de Mele, ambos italianos. Fue la más pequeña de sus hijos.
Hasta los dos años vivió en ese país, en la calle Valle 34.
Fue bautizada en la Catedral de Montevideo, con partida registrada en el Folio 448 del libro 59 de Bautismo.
A esa edad se radicó con sus padres en la Argentina. Su nuevo hogar estaba ubicado en la calle Estados Unidos de la Capital Federal.
A los cuatro años ya tocaba el piano de oído, fue su verdadera pasión.
Ya en la escuela primaria, no se apartó nunca de sus estudios de música.
Luego de mudarse, junto a sus padres y hermanos, a una casa situada en la calle Lobos (hoy Gregorio de Laferrere) del barrio de Flores, y siendo todavía una niña, siguió creciendo en ella la necesidad de componer música.
Romántica, su música tiene el encanto y la dulzura de lo que nace espontáneamente del corazón. Es por eso que a los catorce años, en los umbrales de la adolescencia, volcaría toda esa fuerza interior en las notas de su primogénito vals “Desde el Alma”. Sin darse cuenta, había compuesto lo que sería su obra cumbre, que habría de llevarla a la inmortalidad, recorriendo el mundo entero. En ese tiempo los compositores no contaban con los medios de difusión actuales ni apoyo publicitario; esto da más valor a su obra.
Siguió estudiando y componiendo música. Se recibió de Profesora de piano y luego Concertista, en el conservatorio Thibau-Piazzini, con medalla de oro.
Rosita, prácticamente, compuso durante toda su existencia y dejó una fecunda obra lamentablemente poco conocida. Los tangos Oración y Tatita, valses clásicos y criollos, pasodobles, polkas, marchas, estilos, etc. que, en su mayoría, llevan letra de Piuma Vélez. Entre ellos: Yo te adoro (vals); Qué sólo estoy (vals); Marcha del heroísmo (marcha); Compartamos la alegría (polka); Una lágrima para papá (vals); Balada para un soñador (estilo); Por el camino de la vida (vals); Cuando de ti ya lejos (vals); De aquel entonces (tango); Ofrecí mi vida (vals); Mi humilde corazón (tango) y Aquellos catorce años (vals). Además compuso una Selección de valses criollos de Palma y otra Selección de Valses clásicos y populares que grabara la orquesta de Franci-ni-Pontier.
Rosita tenía la mayor virtud que puede poseer un verdadero artista : la de dar la vida por su obra en medio de la devastación, sosteniéndola infatigablemente, a medio camino entre el desgarro y la belleza.
Siempre en Buenos Aires, dio conciertos de música Clásica y Popular en los más grandes centros culturales de la época, recibiendo numerosas medallas y premios, como también calurosos aplausos.
Falleció el 12 de Agosto de 1981, pero su alma sigue viviendo en su música, cada día más vigente, brillando como siempre junto a los demás compositores que, como ella, componen por amor.
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Una tras otra, las negras y corcheas fueron dando forma a una bellísima y romántica melodía, mientras la mano izquierda imprimía el no menos romántico ritmo del vals. Todo iba brotándole desde el alma, como uno de sus sueños adolescentes. Por eso no cabía otro título y lo bautizó, precisamente, “Desde el alma”.
Era un día cualquiera de 1911 y, tiempo después, la muchacha tenía en sus manos la primera grabación de su vals, realizada por la orquesta de Roberto Firpo.
Luego vinieron infinidad de versiones que llegaron al disco para gloria de su autora, Rosa Clotilde Mele, nacida en Montevideo el 9 de julio de 1897, más conocida por su nombre artístico: Rosita Melo.
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Rosita Melo |
A partir de 1900 Rosita se radicó, junto a su familia, en Buenos Aires y aquí produjo toda su obra, como los tangos “Tatita” y “Oración", pasodobles, marchas, polkas, estilos, pero ninguno llegó a tener la repercusión y el éxito arrollador de “Desde el alma”.
En 1922, la pianista contrajo matrimonio con Víctor Benedicto Piuma Vélez, quien no demoró en adaptarle letra al ya popularísimo vals de su esposa.
A la composición se le agregaron, también, un par de letras de autores desconocidos, como aquella que comenzaba: «Desde el alma te adora mi cariño».
Pero los versos consagratorios y definitivos fueron escritos en 1948 por Homero Manzi, para la película “Pobre mi madre querida”, en la que Hugo del Carril les puso su voz. En la partitura editada para el film figura también Piuma Vélez, quien quizás colaboró con ella o, lo que es más probable, haya sido el resultado de un acuerdo entre ambos.
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Víctor Benedicto Piuma Velez |
Mucho tiempo pasó desde 1911, pero “Desde el alma” sigue siendo, sin duda, sinónimo de vals en la Argentina.
Rosita se recibió de Profesora de piano en el conservatorio Thibau-Piazzini y luego llegó a concertista obteniendo medalla de oro. Dio conciertos de música clásica y popular en los más grandes centros culturales de la época, recibiendo numerosas medallas y premios, como también calurosos aplausos.
Falleció en Buenos Aires el 12 de agosto de 1981.